tiene un nuevo nombre.
Es conocido a nivel mundial que la pandemia ocasionada por el Covid-19 desde el año 2020 ha generado crisis en muchos sectores de la economía, entre ellos el sector inmobiliario, en el que además ha dejado un contexto de incertidumbre.
Para el sector del Real Estate la Geointeligencia se ha venido desarrollando como una herramienta muy útil por su enfoque de explotación y de análisis avanzado de datos que se obtienen mediante sistemas de recolección de información geoespacial y que son indispensables a la hora de tomar decisiones respaldadas y precisas.
Especialmente en el sector inmobiliario, la Geointeligencia facilita la creación de indicadores aplicables en escenarios reactivos o proactivos, los primeros se refieren a localizaciones específicas o conocidas y los segundos son áreas regionales, estos dos escenarios se evalúan y a partir de ellos se originan modelos predictivos que posibilitan la toma de decisiones de menor riesgo, importantes en momentos de inestabilidad y coyuntura como el que vivimos actualmente, y brindan una orientación para saber, por ejemplo, las características preferenciales que debe tener un inmueble ubicado en una localización particular, el precio adecuado, cual será la velocidad de su venta entre otras.
En el caso de países como México, Georesearch cuenta con una gran plataforma de datos demográficos, de uso de suelo y movilidad para que a través de esto los desarrolladores inmobiliarios puedan evaluar sus planes y proyectos. De acuerdo con el vicepresidente de Georesearch, Rodrigo Nazer, los modelos predictores pueden tener una asertividad superior al 90% y un margen de error entre 5% y 7%.
